Basándose el método en: Energía Equilibrio e Instinto
31/12/09
26/12/09
Timi





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22/12/09
Buenos modales
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Los buenos modales es uno de los factores primordiales que debe tener una mascota y a uno le llena de orgullo comentar a nuestros conocidos y amigos lo bien que se comporta nuestro perro en sociedad. Quizás es por eso que se dice que los perros se parecen a los dueños, entonces relacionamos "educado él, educado yo".
No siempre nos encontramos con perros que sean de buenas costumbres cuando visitamos una casa, las causas principales y por lo que son las mayores consultas, es que el perrito se sube a los visitante, poniendo sus dos patas delanteras en la persona recién llegada, intentando que lo acaricie, mordiendo sus zapatos o pantalones, ladrando sin parar mientras intentamos tener una conversación. Aún cuando esto sea en plan de juego, sí que es molesto.
Estas manifestaciones son totalmente corregibles, en principio los propietarios debemos tener gran control de estos actos y tener la capacidad de corregir inmediatamente que suceda para que el invitado no se vea intimidado por situaciones de esta índole.
No siempre nos encontramos con perros que sean de buenas costumbres cuando visitamos una casa, las causas principales y por lo que son las mayores consultas, es que el perrito se sube a los visitante, poniendo sus dos patas delanteras en la persona recién llegada, intentando que lo acaricie, mordiendo sus zapatos o pantalones, ladrando sin parar mientras intentamos tener una conversación. Aún cuando esto sea en plan de juego, sí que es molesto.
Estas manifestaciones son totalmente corregibles, en principio los propietarios debemos tener gran control de estos actos y tener la capacidad de corregir inmediatamente que suceda para que el invitado no se vea intimidado por situaciones de esta índole.
Cuando hemos llevado un perrito a casa estas son algunas de las normas y reglas que debe cumplir nuestra mascota, pero para que esto suceda a la hora que lo necesitemos debemos comenzar desde el primer día a planteárselo al can.Que esta mal lo que esta haciendo. Es decir que antes el menor indicio que esto va a ocurrir o ha ocurrido por primera vez antes de disculparse con la persona que ha ido a casa debemos corregir al perro y luego dar las disculpas pertinentes si son necesarias.
Todas las correcciones que se hagan a las mascotas, deben ser dentro de los 6 o 10 segundos que ha hecho lo que no debía, por ejemplo y el más común de todo es cuando nos retiramos de casa y al volver nos encontramos pipí o almohadones rotos o macetas rotas por ejemplo, lo primero que hacemos es gritar regañar fuertemente o en algunos casos pegarle al perrito. Todos estos actos son totalmente inútiles y sin efecto alguno para corregir lo que hizo. ¿Qué lograremos con esto?, que el perro que nos recibía con tanta alegría sin saber que había hecho un daño, comience a tener miedo de nosotros cada vez que que llegamos a casa. por que si la escena se repite una y otra vez (vale decir cosas rotas, gritos, enojos) al cabo de un tiempo no muy lejano el perrito creerá que le regañarán por que el amo llega a casa, sin entender que le están retando por que rompió tal o cual cosa.
Los perros solo tienen 6 o 10 segundo de memoria según estudios realizados, lo que hará que aprendan todo aquello que se castigue (en el buen sentido de la palabra) o se premie un buena conducta pasado ese término de los 6 segundos el perro no sabrá bien de que va el asunto.
Las pautas de buena educación para nuestro perro debe ser desde el primer día y no descuidar en ningún momento que pueda hacer algo indebido ya que los perros aprenden en un cierto tiempo y desaprenden en nada de tiempo.
Para evitar situaciones incómodas con visitantes a nuestra casa es preciso hablar con quien viene y decir que por favor que como norma no hable, no mire, ni toque a nuestra mascota hasta que ella haya olfateado y se haya presentado como lo haría en la naturaleza, paso ese momento que no dura más de un minuto y el perrito esta relajado, se le puede hacer una caricia o hablarle si la visita lo desea.
21/12/09
El poder de la manada
Una de las tantas excursiones que realizamos con nuestra manada, en distintos parajes, ya sea de montaña, de campo o rios. Esta convivencia es muy efectiva, tanto para afianzar vínculos entre sí, como para que ellos (lo que yo simpre digo en el buen sentido de la palabra) "llevar una vida de perro" y experimenten todos sus instintos.
Todos los sentido del perro se manifiestan en estas prácticas, busqueda, olisqueos, liderasgos entre ellos, cuidarse uno a otros, despierta curiosidad natural de los canes. De paso se cansan quemando energías y estrés. Todo esto hay que vivirlo al menos una vez para entender lo que se siente.
20/12/09
Perros Policias
Nota Publicada por
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/12/20/policiales-463070.asp

http://www.losandes.com.ar/notas/2009/12/20/policiales-463070.asp

La división policial que vive de hocicos y de mandíbulas
Fundada en 1941, la División Canes es la única en el país que tiene criadero propio y régimen de convivencia entre perros de distintas razas. Cada efectivo es guía de cada animal. El mito de que a los que buscan estupefacientes los hacen drogadictos.
Fundada en 1941, la División Canes es la única en el país que tiene criadero propio y régimen de convivencia entre perros de distintas razas. Cada efectivo es guía de cada animal. El mito de que a los que buscan estupefacientes los hacen drogadictos.
La División Canes del Gran Mendoza está dividida casi a la mitad: 68 son policías (12 mujeres) y 63 perros. Los cinco seres humanos que sobran en la comparación son personas que se dedican a tareas administrativas, ya que cada efectivo es guía y amigo de un perro específico, con el que trabaja casi a diario.
"Perro y policía constituyen un binomio prácticamente indisoluble: son amigos y se conocen a la perfección. Eso nos ayuda para los procedimientos", cuenta el titular de la división, el principal Gustavo Segura.
La División Canes fue fundada en 1941 por un policía llamado Ramón González, quien patrullaba por su cuenta acompañado de un dobermann. La División lleva su nombre en homenaje.
Canes funciona en un gran predio ubicado en calle San Martín al 2800 de Mayor Drummond, Luján. Además de las oficinas, cuenta con un criadero y centro de adiestramiento canino único en el país para la fuerza. En la parte trasera se pueden observar muchos perros que por la tarde duermen la siesta y que a las 17 inundan el patio de recreo en una convivencia pacífica que envidiaría cualquier aglomeración humana.
"De los 63 perros, 51 son ovejeros alemanes, ocho son pointer, tres labradores y una perra bloodhound. Cada raza tiene una especialidad pero del que más nos valemos es del ovejero, el perro policía por excelencia", explica el principal Tonini.
Vida de can
¿En qué les son útiles los animales a la Policía? En un montón de cosas, "pero básicamente los tenemos para la prevención, el rastreo de personas, la detección de drogas y explosivos y el trabajo terapéutico que hacen con chicos especiales", indica el sargento primero y veterinario Marcelo Tello, uno de los más conocedores en adiestramiento de canes de la provincia.
Para los rastreos, los canes son sometidos desde cachorros a una tarea de adiestramiento que consiste, básicamente, en un juego en el que el premio para el animal es la comida. "Cuando a un perro se lo ayuda a buscar a partir del olfato y logra su objetivo, se le da algo de comida; ese es el premio para el animal: comer".
De ese modo, muchos de los canes que deben seguir a ladrones, asesinos y hasta violadores pasan buena parte del día con bastante hambre. De otra manera, con la panza llena, no se prestarían al juego que les ofrece su amo policía.
"La huella de una pisada es como una huella dactilar: única e irrepetible. Si el perro la detecta puede seguir a la persona buscada por kilómetros, como ha pasado. En pocas ocasiones, como por ejemplo ante la presencia de un río, los canes se pierden".
De todas maneras, cada vez que un perro rastreador entra en acción necesita sí o sí de la compañía de un policía que sepa de huellas o de otros elementos importantes que quedan en la escena del hecho". Cada vez que un perro llega a su objetivo "marca domicilio", como dicen los policías, o se sienta o comienza a ladrar; pero lo que quiere es que le den su premio: la comida.
Amedrentar
En cuanto a la prevención y al amedrentamiento, los ovejeros se llevan todos los laureles. Son de gran utilidad, por caso, en espectáculos deportivos para mantener en línea a los asistentes. Esos perros tienen una gran actitud agresiva que calma al más exaltado. "No los llevamos para que muerdan", aclara Segura.
"Cada policía lleva entallado a su perro con la correa, que puede ser corta (medio metro), media (un metro) o larga (dos metros), pero nunca se puede salir de la muñeca del efectivo", asegura. Los ovejeros que salen por primera vez a calle lo hacen en las canchas, "ese es su bautismo de fuego, pero previamente se les enseña algo de la vida social, como son los ruidos de la multitud o de los autos, eso es para que no sea todo nuevo para los perros". Dos puestos fijos importantes de Canes son la Terminal de colectivos y la plaza Independencia.
Durante el adiestramiento de ataque, los perros se lanzan contra el antebrazo de quien sería un "peligroso delincuente" vestido para la ocasión: gorrita con visera y ropa de pibe chorro. La vestimenta del objetivo es importante: "Por ejemplo, nunca ponemos a gente vestida de azul, de otro modo los perros atacarían mucho a policías", explica Segura.
En lo referido a los canes especializados en droga existe una fantasía en el imaginario colectivo que consiste en creer que a los perros se los hace adictos a las drogas y que después, en su afán de conseguir esa droga que tanto les gusta, se vuelven locos cuando la encuentran y empiezan a ladrar como unos poseídos.
"Nada que ver -se ríe Segura-. El tema de las drogas es el olor que emana de cada una de ellas. Acá se los adiestra con juguetes que llevan ese aroma. Cuando un perro detecta el olor a la droga, la relaciona con el juguete". Como en el caso de los buscados, el can esperará un premio (algo de comer) una vez que marque la droga.
Control de natalidad
La división local de Canes se diferencia de las del resto del país porque cuenta con criadero propio y lleva adelante un régimen de convivencia entre los perros. Sólo se separa a las hembras cuando, de tanto en tanto, les ataca el apetito sexual y despiden ese aroma que enloquece a los machos. Al momento de esta crónica, doce perras estaban confinadas en un corralón aparte, lejos de sus pretendientes; "los machos que están más alzados se quedan al lado de la puerta a la espera", indica un efectivo.
La procreación de la mayoría de los animales en Canes está regulada por el COAM (Criadores de Ovejeros Alemanes de Mendoza), que, en pos de mantener al perro genéticamente más puro, habilita el cruzamiento entre ovejeros hembras y machos después de que cumplan una serie de requisitos.
El amor libre que con tanto placer y desinhibición cultivan los perros de la calle, no existe en Canes. Y así como para los humanos no es sencillo tener sexo sin compromiso (a menos de que se pague), para los perros policías de Mendoza tampoco lo es.
En la actualidad hay seis (tres ovejeros y tres pointer) recién nacidos que deleitan a los uniformados y "secan" a sus dos madres.
Final
Normalmente la vida útil de un perro policía no pasa de los diez u once años. "Luego hay que jubilarlos sí o sí", tal como cuenta el policía veterinario Tello. "Algunos se quedan en el cuartel pero otros se van a la casa de su guía o de su adiestrador, pero no salen más a la calle".
Cuando acceden a la jubilación en muchos casos los canes son homenajeados hasta con honores, en esa simbiótica relación que mantienen con sus amos que hace que muchas veces los animales sean tratados como personas.
Así, el reposo del perro se encamina derecho hacia lo que a todo ser vivo le espera. Su último ladrido puede ser un suspiro o un aullido seco; y lo último que olfatee puede ser la presencia inequívoca de que su final ha llegado. Textos: Rolando López
"Perro y policía constituyen un binomio prácticamente indisoluble: son amigos y se conocen a la perfección. Eso nos ayuda para los procedimientos", cuenta el titular de la división, el principal Gustavo Segura.
La División Canes fue fundada en 1941 por un policía llamado Ramón González, quien patrullaba por su cuenta acompañado de un dobermann. La División lleva su nombre en homenaje.
Canes funciona en un gran predio ubicado en calle San Martín al 2800 de Mayor Drummond, Luján. Además de las oficinas, cuenta con un criadero y centro de adiestramiento canino único en el país para la fuerza. En la parte trasera se pueden observar muchos perros que por la tarde duermen la siesta y que a las 17 inundan el patio de recreo en una convivencia pacífica que envidiaría cualquier aglomeración humana.
"De los 63 perros, 51 son ovejeros alemanes, ocho son pointer, tres labradores y una perra bloodhound. Cada raza tiene una especialidad pero del que más nos valemos es del ovejero, el perro policía por excelencia", explica el principal Tonini.
Vida de can
¿En qué les son útiles los animales a la Policía? En un montón de cosas, "pero básicamente los tenemos para la prevención, el rastreo de personas, la detección de drogas y explosivos y el trabajo terapéutico que hacen con chicos especiales", indica el sargento primero y veterinario Marcelo Tello, uno de los más conocedores en adiestramiento de canes de la provincia.
Para los rastreos, los canes son sometidos desde cachorros a una tarea de adiestramiento que consiste, básicamente, en un juego en el que el premio para el animal es la comida. "Cuando a un perro se lo ayuda a buscar a partir del olfato y logra su objetivo, se le da algo de comida; ese es el premio para el animal: comer".
De ese modo, muchos de los canes que deben seguir a ladrones, asesinos y hasta violadores pasan buena parte del día con bastante hambre. De otra manera, con la panza llena, no se prestarían al juego que les ofrece su amo policía.
"La huella de una pisada es como una huella dactilar: única e irrepetible. Si el perro la detecta puede seguir a la persona buscada por kilómetros, como ha pasado. En pocas ocasiones, como por ejemplo ante la presencia de un río, los canes se pierden".
De todas maneras, cada vez que un perro rastreador entra en acción necesita sí o sí de la compañía de un policía que sepa de huellas o de otros elementos importantes que quedan en la escena del hecho". Cada vez que un perro llega a su objetivo "marca domicilio", como dicen los policías, o se sienta o comienza a ladrar; pero lo que quiere es que le den su premio: la comida.
Amedrentar
En cuanto a la prevención y al amedrentamiento, los ovejeros se llevan todos los laureles. Son de gran utilidad, por caso, en espectáculos deportivos para mantener en línea a los asistentes. Esos perros tienen una gran actitud agresiva que calma al más exaltado. "No los llevamos para que muerdan", aclara Segura.
"Cada policía lleva entallado a su perro con la correa, que puede ser corta (medio metro), media (un metro) o larga (dos metros), pero nunca se puede salir de la muñeca del efectivo", asegura. Los ovejeros que salen por primera vez a calle lo hacen en las canchas, "ese es su bautismo de fuego, pero previamente se les enseña algo de la vida social, como son los ruidos de la multitud o de los autos, eso es para que no sea todo nuevo para los perros". Dos puestos fijos importantes de Canes son la Terminal de colectivos y la plaza Independencia.
Durante el adiestramiento de ataque, los perros se lanzan contra el antebrazo de quien sería un "peligroso delincuente" vestido para la ocasión: gorrita con visera y ropa de pibe chorro. La vestimenta del objetivo es importante: "Por ejemplo, nunca ponemos a gente vestida de azul, de otro modo los perros atacarían mucho a policías", explica Segura.
En lo referido a los canes especializados en droga existe una fantasía en el imaginario colectivo que consiste en creer que a los perros se los hace adictos a las drogas y que después, en su afán de conseguir esa droga que tanto les gusta, se vuelven locos cuando la encuentran y empiezan a ladrar como unos poseídos.
"Nada que ver -se ríe Segura-. El tema de las drogas es el olor que emana de cada una de ellas. Acá se los adiestra con juguetes que llevan ese aroma. Cuando un perro detecta el olor a la droga, la relaciona con el juguete". Como en el caso de los buscados, el can esperará un premio (algo de comer) una vez que marque la droga.
Control de natalidad
La división local de Canes se diferencia de las del resto del país porque cuenta con criadero propio y lleva adelante un régimen de convivencia entre los perros. Sólo se separa a las hembras cuando, de tanto en tanto, les ataca el apetito sexual y despiden ese aroma que enloquece a los machos. Al momento de esta crónica, doce perras estaban confinadas en un corralón aparte, lejos de sus pretendientes; "los machos que están más alzados se quedan al lado de la puerta a la espera", indica un efectivo.
La procreación de la mayoría de los animales en Canes está regulada por el COAM (Criadores de Ovejeros Alemanes de Mendoza), que, en pos de mantener al perro genéticamente más puro, habilita el cruzamiento entre ovejeros hembras y machos después de que cumplan una serie de requisitos.
El amor libre que con tanto placer y desinhibición cultivan los perros de la calle, no existe en Canes. Y así como para los humanos no es sencillo tener sexo sin compromiso (a menos de que se pague), para los perros policías de Mendoza tampoco lo es.
En la actualidad hay seis (tres ovejeros y tres pointer) recién nacidos que deleitan a los uniformados y "secan" a sus dos madres.
Final
Normalmente la vida útil de un perro policía no pasa de los diez u once años. "Luego hay que jubilarlos sí o sí", tal como cuenta el policía veterinario Tello. "Algunos se quedan en el cuartel pero otros se van a la casa de su guía o de su adiestrador, pero no salen más a la calle".
Cuando acceden a la jubilación en muchos casos los canes son homenajeados hasta con honores, en esa simbiótica relación que mantienen con sus amos que hace que muchas veces los animales sean tratados como personas.
Así, el reposo del perro se encamina derecho hacia lo que a todo ser vivo le espera. Su último ladrido puede ser un suspiro o un aullido seco; y lo último que olfatee puede ser la presencia inequívoca de que su final ha llegado. Textos: Rolando López
14/12/09
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12/12/09
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"Uno de mis juguetes preferido cuando era pequeña"
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