Ya tenemos todo organizado con el nuevo integrante, la cama donde dormir, su sitio donde comer, revisión del veterinario, chip (importantísimo) y todo lo que se les ocurra para su bienestar. A partir de ahora a darle una vida como corresponde y sobre todo (con la seguridad que alguien se moleste por mis dichos), darle una vida de perro. Es decir, el animalito no es más que un perrito y así hay que verlo y la mejor forma de hacerle sentir bien su existir, hacerle sentir que es un "perro". Nosotros como seres humano racionales y pensantes , tenemos la gran ventaja de poder ponernos en la situación de un perro, pensar como él, tratar de entender que necesita, que le gustaría hacer y brindarle en la medida nuestra, eso que lo hará sentirse útil y feliz.
La empatía con el can es lo más importante que podemos hacer por él, para saber que nos está diciendo y necesitando. Lo básico para una buena convivencia, son el cobijo, comida, paseos y caricias, en ese orden, ya que por lo general cuando acudo a una llamada de un propietario que esta desesperado por que su perro no responde a lo quieren de él, en la entrevista solo se escucha que le proporcionan "cariño, cariño y más cariño" y comentan asombrados que no entienden como con tanto cariño no les hace el más mínimo caso. Y sí que le puede hacer caso, solo que con los actos de desobeciencia esta manifestando su estrés, frustración y sus deseos de que le den "vida de perro".
Los cariños y atenciones en las mascotas no son malos en absoluto, solo que se lo deben ganar, cada acto que ellos hagan bien serán recompensados, con golosinas si prefieren o con caricias que ya es bastante para ellos. Con esto logramos que empiece a ser un perro educado, respetuoso y tranquilo por que siempre recibirá lo que pretende cuando se encuentre en un estado de ánimo equilibrado, sumiso y así deberá ser por el resto de su vida.
La nueva mascota deberá tener rutinas, en lo posible en los horarios, es decir de salida de paseo, de comida, de ir al patio o de marcharse a dormir. Esto en los primeros meses de su llegada, de esta forma lograremos un hábito adecuado en todo lo que realice en el día. A los perros le encantan las rutinas.
Los primeros días del nuevo integrante de la familia, suele ser un poco caótico, por que debe adaptarse a su nuevo hogar, gente y horarios, más cuando estos bichitos vienen de perreras, donde no hay reglas, ni normas, ni limitaciones y todo vale.
Por lo general lo más difícil es enseñarle la relación CPC (Calle Pipí Caca) por que ellos están acostumbrado hacerlo donde les vienen las ganas y si vivimos en un piso, ya me dirás a quien le agrada esto. Se puede empezar hacer la relación CPC (calle pipi caca) inmediatamente asu llegada, por ejemplo saliendo un poco más de lo frecuente, de lo que pretendemos pasear con él, pero para que aprenda el CPC no queda mucho más remedio que hacerlo.
Cada vez que el perrito haga un pis o una caca, premiarlo efusivamente con cariño, palabras y de ser posible con comida o premios. Hay canes que lo aprenden muy pronto, en pocas sesiones y otros que el CPC les cuesta un poco más, pero es solo cuestión de practicarlo y de paciencia.
Los paseos es otro de los temas importantes que debemos tener en cuenta ya que en esto se basará todo lo que libere de energía y estrés nuestro perro. Las salidas deben ser diarias (en lo posible) y de calidad. Hacerle ver todo tipo de circunstancias, como son parques con niños con personas mayores, gente en bicicleta, coches, ambulancia y así todo lo que se nos pueda ocurrir incluyendo sin lugar a duda otros perros que serán lo que terminen de hacer de nuestra mascota un ser socialibizado 100 por ciento.
Como consejo puedo decir que todo esto debe ir dosificándose poco a poco, día a día para no abrumar y estresar mas al perrito en vez de hacerle un favor con este tipo de práctica.
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